Blogia
Al Pie del Cerro

Pobres contra Pobres

Ante los hechos ocurridos en la ciudad los días 17 y 18 de junio se escuchan muchas opiniones. Lo más sincero es ponerse la mano en el corazón y desde ahí analizar los acontecimientos.

El niño que mató la policía tenía 15 años, apenas dejaba de jugar para convertirse de golpe en adulto, un adulto en un cuerpo de niño maltrecho por la desigualdad y la indiferencia. Un niño que no tenía acceso a la educación porque la escuelas a los chicos problemas no los incluye y prefiere que estén en la calle antes de buscar una alternativa.

Esta historia parece repetirse en el tiempo, como un espiral que vuelve y vuelve en la historia de Bariloche. Ayer murió un chico, al otro día la misma policía, el mismo gobierno asesina a otras dos personas y hace diez años nos lamentábamos de la muerte de Titi y de tantos otros que mató este sistema de injusticias para los pobres y beneficios para lo ricos.

Somos violentos los del Alto porque no nos justa que nos maten a nuestros chicos. Somos violentos porque nos meten las drogas que nos matan, nos explotan en las obras y nos tiran unas bolsas de comida e las elecciones. Mientras estamos callados está todo bien, somos buenos empleados que trabajan de sol a sol sin quejarnos, somos buenos consumidores de zapatillas en cuotas, somos buenos mientras agachemos la cabeza y sigamos enriqueciendo a los poderosos.

Pero todo tiene un limite y cuando nos tocan a nuestros hijos a nuestros hermanos decimos basta, quizás de la única manera que tenemos para que nos escuchen, es la violencia, esa misma violencia que nos tragamos todos los días con las injusticias que se viven en los barrios del Alto.

Esto es una lucha de pobres contra pobres. Una lucha entre vecinos, sólo hace falta ver las caras de los policías para darse cuenta que somos todos del mismo bando, ellos son nuestros vecinos. Son pobres igual que nosotros, tienen a sus hijos en riesgo como todos en los barrios. La única diferencia es el lado de donde se ven las cosas, el vecino que decidió ser policía, defiende las ordenes de los gobernantes y poderosos ciegamente. Sin ver en el rostro de los jóvenes el rostro de sus hijos, sin darse cuenta que todos nosotros estamos oprimidos por lo mismo y que la solución no es matar sino unirnos para luchar.

Los policías que mataron a nuestros pibes y que nos reprimen a diario, están mas instruidos por un sistema que necesita este tipo de fuerza bruta. Son trabajadores con sueldos magros y de largas jornadas laborales, pero no reclaman, porque al igual que nosotros el reclamo no es para los pobres.

 


Contacto

0 comentarios